martes, 7 de junio de 2011

VIVENCIAS DE LA SUPER AVENTURA A SALTO ALTO...


Querido Ray:

Te escribo desde este lado del Mundo, desde este Universo paralelo que me has ayudado a descubrir. Le reenvio esta misiva a los muchachos, a ver de que manera alguno de ellos (por que se que contigo no cuento para eso) me ayuda a retornar a mi cuerpo que anda vagando por la ciudad de acero. Mi alma pedalea encantadisima entre el lodo y el agua, se reta a si misma a seguir avanzando con decision, mientras al mismo tiempo, en este Universo magico de vacas, gallinas y trillos se para, a ayudar a una de las muchachas que anda cargando su bici para cruzar el puente desbordado. Y entre risas y gritos y el cansancio y la euforia y otro charco y otro lodo y un nino que podria tener entre 5 y 90 anos que se ha unido a este grupo de dementes que han optado perder la cordura en los rieles de la aventura para descubrirse a ellos mismos. Para saber de que somos capaces en realidad, por que pedalear entre montes, animales y locos no es mas que una analogia de la propia vida, la certeza de que somos capaces de llegar a donde nos proponemos no solo en el trillo, sino en este camino que recorremos a diario. Por que la vida no es mas que una ruta de aventura y que mejor que pasarla en bici ????

Ayer en nuestro recorrido a Bayaguana aprendimos que no hay color, ni edad, ni clase social para lograr las metas propuestas. Mi corazon hace una reverencia a ese nino que sin condiciones nos acompano como un heroe todo el trayecto.

Ray, si logras hablar con mi cuerpo, dile que me por favor me busque, necesito conectar esta alma errante, vagabunda y libre al pais de los enanos para seguir el aprendizaje y poder graduarme de la materia de Saber vivir como me de la gana, es decir, feliz. Dile que aunque la selva de cemento es literalmente opuesta a la naturaleza viva, para eso existen los Trazabosques, para servir de conexion entre dos mundos opuestos y paralelos, pero reales y necesarios. Convencela de que ellos la cuidaran y siempre estaran ahi para cuando a ella: la Eugenia que camina se le olvide que existe una Eugenia que pedalea en busca de la verdad, la libertad y la felicidad, dile que ellos, los Trazabosques, no la dejaran pederse entre edificios y ropa de marca y autos de lujo, que siempre le recordaran sus raices y la llevaran de vuelta a la tierra del nunca jamas.

Avisame cuando la encuentres,
Te amo,
la Eugenia que pedalea

He descubierto el tesoro escondido para muchos, la libertad y las maravillas que Dios nos ha regalado con Amor.
Desperté ese domingo a las 5: 45am con los nervios de punta y  terminando de preparar todo para el viaje, pero lo más lejos a mi ideal, que tremendo viaje sería.
Bien hidratada, equipada y motivada por los supuestos 40 kms de viaje en terreno llano, salí con un Sí!, a tan grandiosa travesía,
Pero cuando encontré el lodo hasta arriba, charcos, ríos desbordados y demás familiares, me dije a mi misma: Ahiii novatica, quien fué que te metío en esto?, Nah pa lante! Yo sí puedo y no hay imposibles para Dios, porque sé que me dará la foraleza de llegar a mi meta (Salto Alto). Con la Fé como mi combustible, vi el lodo , como un baño de barro para la piel, las cruzadas de ríos con mi bici al hombro, como nado sincronizado y la lluvia mientras montaba, como el mejor antídoto para mi cansancio. Casi perdí las fuerzas, pero no la Fé en llegar, desde las  8am a 3pm pedaliando fué todo un reto alcanzado. Gracias a Dios ante todo, a tí Americano por formar parte de mi desafío, lo cual me apasiona, a Faustico por sus palabras de motivación en este deporte,  que ha sido de bendición para mí, a mi grupo de apoyo y de protección,  Bikers 3D y a las chicas, Pao y Giselle, por su aprecio para conmigo. Estoy felíz de mi viaje : ). Me siento ya Chica Todo Terreno , pero siendo una verdadera Trazabosques.Tu hija adoptada Americano!!!

Arianne Gómez
Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. Lucas 18:27
Dios te bendiga.-


Desde inicio de la pasada semana había estado llamando al Americano poniéndole cada vez el tema de las condiciones climatológicas que nos están afectando, esperando que saliera de él posponer la fecha del paseo.  Todavía el viernes en la noche, estando yo enterado de la cantidad de lluvia que había caído en la zona de Bayaguana y conocedor de como saben comportarse los rios de la zona, desde que le caen dos cheles de agua, llamo al Americano a ver si había cambiado de opinión, cosa que evidentemente no ocurrió.
La noche del sábado me acuesto con la idea de; "si a las 4:50 AM, cuando suene el despertador está lloviendo, no hay quien me haga levantar."
Cuando pasamos por la comunidad de Cena y nos encontramos con la primera laguna, donde los vehículos que aun nos seguían tuvieron que desviase, de todas la mas benévola, de unos 200 Mt de longitud, me lamenté de que no había amanecido lloviendo.
A partir de ese punto comenzó nuestra encrucijada, lodazales que impedían avanzar la bicicleta aunque se utilizara el platico, si te desmontaba de la bici, el lodo quería quedarse con tus zapatillas, puentes cubiertos de agua hasta la cintura, caminos donde no hay río cubiertos de agua hasta altura del pecho (para que se hagan una idea de la profundidad del agua, mi estatura es 5'11''),  gran parte del camino se tuvo que andar con la bici al hombro, luchando con el agua y el lodo para que uno no te tumbe y el otro no te dejara descalzo.
Para culminar el paseo de algunos y la mitad de la ruta para otros (61 Km), un buen aguacero antes de llegar al Centro Vacacional Salto Alto, donde nos esperaba una ya impostergable comida.
Luego de completar mi recorrido y revisar los recuerdos de esta travesía solo me digo; "que tremendo infortunio hubiese sido si hubiera amanecido lloviendo".  Porque no hay forma de describir completamente lo vivido, solo el que participó del paseo puede dimensionarlo en su justa magnitud.
Esta fue lo que se puede llamar una verdadera aventura extrema.  Un trayecto sin ninguna dificulta, que a velocidad de paseo para principiantes, la ida serían unas tres horas y media a lo sumo, se convirtió en una ruta de ida de seis horas.
Me parece que para los que participarán en el survivor y completaron la ruta en buenas condiciones (ida y vuelta), ya tienen la preparación necesaria, solo le faltaría un par de subidas a Resolí.
Hay que resaltar la perseverancia de todos los participaron, que a pesar de todas las adversidades se mantuvieron entusiastas y enfocados en el objetivo. Principiantes, no tan principiantes, mujeres y hasta un niño de unos 11 años de edad, en una BMX, vistiendo chancletas y blue jean, que se nos unió cuando pasamos por San Luis, todos completamos la ruta.
El que vivió esta experiencia seguro que no se arrepiente y muy probablemente desea repetirla.

David.


Para la fecha del domingo 5 de junio del 2011 el equipo Insaciables asumió como recorrido oficial el paseo organizado por los Trazabosques que nos llevaría a Bayaguana (Salto Alto – Comunidad Ojo de Agua).

Los insaciables estuvieron representados como ciclistas por: José Enrique Olaizola, Cristian Reader, Francis García, Francisco Alcántara, Odalis Cedeño, Héctor Espinal, Franklin Quezada, Jochi Balaguer, Carmelo Tanguí, Roberto García, Víctor Espinal, Diana Torres, Rafael Miranda y Julio López. En calidad de apoyo asistieron: Adriana Cedeño de Olaizola, Suhey  Hernández de Reader, Cristopher  Santos, Clara Gomez de García, Alina Ortiz, Alba Moreta, Keven Espinal y Delbis Fernandez.

La hora de salida estaba pautada para las 7:00 a.m. en la entrada de la comunidad de San Luís, Santo Domingo Este. La mayoría de los ciclistas llegaron a tiempo, otros que venían rodando se retrasaron un poco por problemas mecánicos. En el lugar nos juntamos con los miembros de los Trazabosques encabezado por Ray Vásquez “El Americano” y una gran variedad de ciclistas que se dieron cita al evento. Se resaltaba la alta presencia femenina en cabezada por Eugenia Rosario y sus amigas de Manatí, Puerto Plata. El grupo se acercaba a la cantidad de 40 ciclistas.

A las 7:45 a.m., luego de las indicaciones de lugar, la asignación e identificación de los guías (David Abreu, Radhames Guerra y Julio López), el chequeo mecánico de varias bicicletas de parte del brillante mecánico Waddys y una oración  para bendecir el evento, salimos al ruedo.

Inicialmente tocamos la comunidad de San Luis, Yabacao y una primera parada en el Talao. Antes de llegar al Talao el grupo que seguía a Julio López tomó un trillo donde se empezó a ver lo accidentado que sería el recorrido por la cantidad de lodo que presentaba el terreno. Mientras nos agrupábamos en el Talao, un grupo se adelantó en camino a la carretera nueva de Samaná en la comunidad Las Mercedes y sin percatarse que no tenían un guía oficial. Tomaron la carretera en dirección cruce Monte Plata-Bayaguana.

Cuando los guías llegaron a la autopista los ciclistas no estaban y la ruta trazada requería cruzar de inmediato la autopista y entrar a la comunidad La Altagracia.  En este punto Julio López le indicó a las unidades de apoyo de los insaciables que tomaran la carretera hasta Bayaguana y nos esperaran en el parque, tomando en consideración que las condiciones del terreno no les dejarían avanzar lo suficiente. Tanto los vehículos de apoyo como unas llamadas a los extraviados sirvieron para indicarles que estaban en el camino equivocado y debían regresar, pero un grupo reducido llevaba una gran ventaja que ya era tarde para regresar y siguieron por autopista hasta Bayaguana entre ellos 2 insaciables (Francis y Héctor) y una joven de Puerto Plata.

Desde que entramos a la comunidad La Altagracia el camino empezó a dar señales de cómo sería el trayecto, lodo, lodo y más lodo.  Los primeros kilómetros hasta la comunidad de Sala se pudieron sortear entre uno que otro charco de agua y mucho lodo. Ya en este punto Alcantara había tenido que reparar su goma que se había pinchado varias veces, situación que le sumaba a la cantidad de lodo un poco de retraso. Estos primeros kilómetros fueron necesarios para que las pocas unidades de apoyo que quedaban tomaran la decisión de devolverse.

Una vez reagrupados con los extraviados seguimos el recorrido y a no menos de 200 metros de la última parada el camino se puso intransitable, el lodo en algunos casos llegaba a la mitad de la goma, pero esto no fue suficiente para detener el grupo que siguió el camino como se pudo. En los siguientes 3 kilómetros se compró mucho terreno, incluyendo a Julio López que  no pudo soltar el click y calló de lado en el fango. Hicimos una parada en la comunidad Mata Limón para reagrupamiento.  Mientras descansábamos pasó un lugareño a caballo y le preguntamos si faltaba mucho para las palmas y este respondió que estaba cerca, pero que dudaba que pudiéramos pasar por la crecida del río.

Seguimos rodando hasta las palmas, lugar donde el camino se arregló por el terreno de gravilla, pero cuando estábamos empezando a sentir la gloria del camino llegó lo inesperado, el camino estaba totalmente tapado por la crecida del río Yabacao, el cual abarcaba no menos de 400 metros de agua con corriente. En ese tramo de camino existen 3 pequeños puentes y solo se veían las barandas de los mismos.  En ese momento nos llegó la incertidumbre y empezamos a preguntarnos si era posible pasar. Fue entonces cuando apareció una Jeepeta que venía por otro lado de las palmas y cruzó delante para ver hasta donde daba el agua y al ver que solo llegaba a mitad de la puerta, Radhames tomó la iniciativa y entro de primero al camino con la bici en los hombros y los demás le seguimos el rastro. La verdad que no veía la hora de completar el paso al otro lado.

Un elemento jocoso hasta ese momento y que luego se convirtió en un problema fue que un niño en la comunidad del Talao, a bordo de una BMX aro 16, se pegó al grupo y nos siguió todo el camino, y cuando vinimos a darnos cuenta de que aun el niño seguía con nosotros ya no tenía forma de regresar, con el agravante que de seguro no tenía el permiso para andar solo con desconocidos. No tengo con exactitud donde fue que se integró, ya sea en el Talao o San Luis, el hecho es que a partir de ese momento ya el niño no podía devolverse y nosotros estamos ya del otro lado rumbo a Bayaguana. El niño tuvo que seguir con el grupo montando su BMX hasta el final. El americano lo regreso a su casa al regreso.

Superada la crecida del río, continuamos nuestro camino, pero no llevábamos ni un kilometro cuando nos encontramos otra crecida, esta vez no muy agradable porque el charco incluía un lodo pegajoso en el fondo de la laguna. Después que salimos del fango el camino estuvo intransitable, hasta que salimos a un camino sin fango.  No lo podíamos creer, el camino se puso seco y desarrollamos una velocidad buenísima, todos a gran velocidad con todo el deseo de salir del monte para dirigirnos a Salto Alto, y ya cuando pensábamos que estamos a salvo… oh oh! otra vez el río haciendo de las suyas. Otra crecida, pero como ya habíamos cruzado 2 veces no le dimos mente y nos metimos, pero esta vez sí estaba hondo, los chiquitos nos vimos apretados, la bicicleta en la cabeza y el agua al cuello, pero nada que lamentar y otra vez a tomar la bicicleta y a rodar, el trío de insaciables Julio, Reader y Odalis fueron los primeros en salir del monte y encontrar el oasis que comandaba Fausto con varias asistentes, quienes nos dieron agua fría y nos indicaron que siguiéramos hasta el colmado Fausto en Bayaguana.  En el colmado nos encontramos con los fugitivos insaciables que temprano en la mañana tomaron la carretera y que se perdieron todo lo vivido. Los ciclistas uno a uno fueron llegando y entre cervezas, dulce de leche y fotos empezaron las anécdotas.

El viaje apenas comenzaba, ahora debíamos dirigirnos a Salto Alto en la comunidad de Ojo de Agua. Salimos todos desde el colmado Fausto y realizamos 15 kilómetros más de recorrido, en este tramo nos acompañó rodando Dianna Matos que hacia su segundo monteo, Tanguí en este punto no pudo continuar porque su bicicleta sufrió un daño irreparable en el momento. Llegamos a Salto Alto a las 3:00 p.m. Nos recibió un rico café y un aguacero que sirvió para quitarnos todo el lodo del mundo. Empezaron las anécdotas, las fotos de grupo, fotos familiares, cherchas y más.

La gran cantidad de damas le agregaron un matiz diferente al paseo, las mismas se portaron a la altura y los caballeros se comportaron como tal. El Americano preguntó que quien quería ir al salto antes de la comida y todos pidieron al unísono primero comida, la cual incluía un suculento plato de moro, espaguetis, pollo frito y ensalada.

Después de un debido reposo, los insaciables más insaciables, tomaron sus monturas y emprendieron el regreso pedaleando hacia la capital, atrás dejamos a los acompañantes y los ciclistas que regresarían montado  en vehículos y quienes pasarían al río a disfrutar de un baño.

Los insaciables llegamos a Santo Domingo a las 7:00 p.m. con más de 120 kilómetros en sus piernas, en el camino sentimos el aliento de los vehículos de apoyo que nos pasaban de regreso. Un recorrido que estaba diseñado como light la madre naturaleza lo convirtió en extremo.

Gracias a los Trazabosques por invitarnos, el apoyo brindado en la ruta y en la meta. Los insaciables listos para el SurvivorDR. Hasta la próxima aventura.

Julio López

Que si fue extrema la aventura???




ESTEN ATENTOS PARA LA CONTINUACIóN DE LAS VIVENCIAS Y FOTOS DE LA AVENTURA...