martes, 8 de septiembre de 2009

PASEO CIMOC-TRAZA BOSQUES POR LAS LOMAS DE MOCA Y VILLA TRINA

Todo comenzó como un invento, Diego López Trejos (El Colombiano) había dejado un comentario en la pagina de www.mtbdominicana.blogspot.com a razón de un post que daba cuenta de una PAELLA cocinada por Moi (Guido Gil) en casa de Miguel González.

Rápido le comenté al Americano (Ray Vásquez) sobre éste mensaje y nos pusimos de acuerdo en buscar la dirección de e-mail de Diego para cursarle una invitación ciclística/culinaria.

Así lo hicimos y rápido recibimos la respuesta, el domingo 6 de septiembre iríamos a MOCA para pedalear con los miembros de CIMOC por las rutas de esta zona, tras lo cual disfrutaríamos de 2 paellas una cocinada por Diego y la otra por un servidor, con la cual saciaríamos el hambre de al menos 20 ciclistas en estado de "semi-pájara" (Estado agonico sufrido luego de un esfuerzo extremo y carencia de glucosa en la sangre).

Llegó el día, mi alarma que extrañamente falla no sonó, razón por la cual salí de casa con 40 minutos de retraso, pasé a buscar a Gustavo (El Argentino) y como un rayo (en bola de humo) abordamos la carretera rumbo a Moca, desde donde  supuestamente a las 8:30 A.M. deberíamos salir.

Como comprenderán éste contratiempo hizo que llegáramos tarde, lo cual sumado a que mi goma trasera estaba pinchada fruto de un pelillo del diablo (alambre de goma de carro) adquirido en la carretera 6 de noviembre el día anterior, hizo que saliéramos cerca de las 10:00 A.M.

¡Increíble! A pesar de la dilación nadie se “quilló” (molestó), nadie dijo nada, cero caras largas por el retraso, al contrario, nuestros hermanos de Moca (CIMOC) estaban felices al vernos a pesar de haber llegado tarde.

Cambiamos el tubo, Gustavo tomó café (sin el es como un carro sin combustible), oramos al señor, y con sonrisas en nuestras caras, como si fuéramos niños el día de navidad, salimos a pedalear.

La ruta en principio parecía normal, un poco de asfalto hasta llegar a destino, caminos vecinales y trillos con cuestas no muy pronunciadas.

Al cabo de aproximadamente 1 hora, ese panorama cambió, pues nos encontramos con el primer ascenso, uno de tierra con piedras sueltas, con una inclinación para romper piernas.

Ahí comencé a sudar como una vaca en matadero, la botella y media de vino que me había tomado 2 noches atrás comenzaba a tomarme como rehén, una resaca tardía me atacó con fuerza, mis piernas en estado intermitente fallaban como un carburador de carro viejo.

A pesar de lo anterior, frente a éste primer obstáculo, dimos la talla y todos (yo incluido) subimos la pendiente hasta coronarla.

Ya arriba pensé, “bueno esto es un paseo, Diego no es loco, lo peor debió pasar”

Descendimos y disfrutamos del aire fresco que Moca y Villa Trina nos brindaban ¡Ahhh se se me olvidaba!!! Los mocanos disfrutan de un ambiente diferente, no tienen la humedad que acá en la capital nos gastamos y viven 3 o 4 grados centígrados por debajo de nosotros… QUE ENVIDIA, BASTANTE AGRADABLE.

Seguimos pedaleando y al poco tiempo una segunda pendiente, JOANNY (LA DAMA DE ALUMUNIO) y yo nos miramos a la cara, ambos incrédulos ante la dificultad que se nos planteaba, Ray (El Americano) puso su cara de loco y de nuevo COMENZAMOS A SUBIR, ésta vez interminable, a la derecha el paisaje increíble, el Valle del Cibao completito, no muy lejos se divisaba EL MOGOTE con sus “cuchumil” (número dominicano imaginario sinónimo de infinito) antenas, ya saben…

Las nubes casi se podían tocar y yo en mi chongo bike (con mi platico chiquito recién adquirido) subiendo como masoquista junto a un grupo de mocanos a quienes la gravedad no parece afectarlos.

Sobre el estado físico de los mocanos debo decir… ES NATURAL QUE EN LAS COMPETENCIAS VENGAN Y LO GANEN TODO, ellos pasean donde nosotros entrenamos, todo allá es SUBE, SUBE, SUBE, SUBE, SUBE, olvídense de RISOLI, MUCHA AGUA o 7 CABEZAS, esos tipos en el patio tienen elevaciones que nosotros solo soñamos… JAJAJAJA

No les voy a mentir, Ray, la Dama y yo caímos vencidos en esta segunda loma, y solo subimos la mitad, e hicimos algo que desde mis días de neófito no hacía CAMINAMOS HASTA EL FINAL.

Mientras llevaba mi bici en manos por esa endemoniada cuesta, pensaba “BUENO POR LO MENOS TRAJIMOS A MILCIADES Y GUSTAVO (EL ARGENTINO) para que dieran la cara, LA DAMA enferma dando pedales, RAY con sus 100 millones de años y yo un gordito en sabático, no dábamos más.

Recuerdo a Jenny (LA CUBANA) pasar junto a mi, subiendo con el plato grande mientras sostenía una amena conversación (esto es en serio) con un compañero, solo faltaban las galletitas de soda y el café para que éste cuadro se tornara sub-realista.

Tras esta pendiente, un plano, ahí nos encontramos a 2 niñas lindas subidas a un árbol, quienes haciendo uso de esa característica de la gente de campo, muy gentilmente nos ofrecieron y obsequiaron agua fría, SABIA A GLORIA, MEJOR QUE UNA COCA COLA EN EL DESIERTO.

Diego López cual niñero en guardería todo el camino junto a nosotros, tras cada recodo aparecía y nos acompañaba en éste transitar.

Sólo habíamos recorrido 25 kilómetros y no se si por mi resaca tardía o por el rigor de las 2 lomas, ya me sentía más golpeado que en el viaje a 7 cabezas o el tablazo, estando en este momento Diego me vio la cara y me confesó dos cosas:

1) Que producto de nuestra dilación para llegar en la mañana había reducido el paseo (GRACIAS A DIOS, AMO MI INSERVIBLE DESPERTADOR);

2) Que faltaba la última loma, la más dura de todas (LA PENDA), una jodida pared con una inclinación de 25 grados, tierra suelta, súper suelta, según yo ni con 4x4.

La ley de gravedad es inexistente para los mocanos, todos subieron por ahí cual si se tratara de una autopista pavimentada, Gustavo (el Argentino importado) y MILCIADES dando la cara por los Traza Bosques en la vanguardia y nosotros tres caminando… ¡COMO DEBE DE SER!

Les juro que me he soñado varias veces con esta subida, es lo más duro a lo que me he enfrentado, será objeto de mis pesadillas por unos cuantos días más.


Ya arriba supe que en total habíamos escalado 730Mt, o sea, para que se hagan una idea, 130 más que en Risolí, ya todo me hacía ciencia.

Luego tomamos el camino que conduce a VILLA TRINA y ya en asfalto otros 5 kilómetros subiendo, en ese transitar Joanny (La Dama) y yo le pasamos por el lado al grupo, que estaba esperándonos en un colmadito y ni los miramos, estábamos en estado de semi-pajara por el esfuerzo y queríamos llegar.

Finalmente, tras mucho pedalear llegamos a la casa donde DIEGO Y YO cocinaríamos PAELLA (OTRA VEZ…) para todos y disfrutaríamos del paisaje y el buen ambiente.

La pasamos súper bien, disfrutamos de una ruta increíble, comimos y bebimos como animales, compartimos un ambiente familiar increíble, a la verdad que esta gente del CIMOC es agradable, la familia ante todo, los niños presentes en todas partes, la piscina llena de ciclistas y familiares y el valle del Cibao a través del paisaje que desde allí se divisaba como testigo.

No había rencillas, cero protagonismos, todos éramos hermanos.

Gracias Diego, gracias amigos del CIMOC, sepan que acá también tienen una casa y están invitados cuando deseen, los TRAZA BOSQUES y la comunidad MTB de Santo Domingo los esperamos, prometiendo con la mano derecha en alto intentar reciprocar las atenciones dadas por ustedes.

SE GOZA SUFRIENDO Y ESO LO TENEMOS EN COMUN.

FOTOS RAY VASQUEZ (EL AMERICANO)

FOTOS GUIDO GIL PARA USUARIOS FACEBOOK

FOTOS DIEGO LOPEZ TREJOS PARA USUARIOS FACEBOOK