lunes, 22 de noviembre de 2010

RESEÑA 5TO. CLASICO TIERRA ENTRE RIOS DE LOS JURONES DE MAO



POR: GUIDO GIL BUONPENSIERE

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Como consecuencia de la distancia desde Santo Domingo hasta Mao salimos de nuestras camas a las 4 de la mañana, aun retumba en mi cabeza el sonido del despertador el cual no fue suficiente para sacarme del letargo en el que me encontraba,  una llamada telefónica de mi amigo La Albóndiga (Carlos Restituyo) fue necesaria para desprenderme de las sabanas, este me informaba que ya estaba de camino a recogerme para asistir al 5to. Clásico tierra entre ríos que nuestros hermanos del Club Los Jurones de Mao año tras año preparan.

Como un sonámbulo tomé mi pequeño bulto el cual había dejado dispuesto desde la noche anterior, en él mis pantalonetas de montar, un jersey, guantillas, casco, camelback y una muda de ropa completa.

En lo que esperaba revisé por última vez a Sparky (mi bici), engrasé sus partes y comprobé la presión de aire de sus suspensiones, todo estaba perfecto.

Eran las 4:15 de la madrugada, mi vecino llegaba de un bonche quien me miró con ojos de ¨este tipo está loco¨, mientras yo, Carlos y Miguel Angel, montábamos la bici en la camioneta para embarcarnos en nuestro camino.

7:00 A.M. Estábamos en Santiago abrochándonos un suculento desayuno para ciclistas, compuesto de yuca, queso frito, salami y chocolate, todo cortesía de nuestros propios bolsillos, jejeje.

8:15 A.M. Hacíamos entrada triunfal a Valverde Mao de donde saldría esta aventura donde nos juntamos con Milciades y Joanni (LA DAMA), el Dr. Selman, Moises, Maniatico y un montón de insaciables (NO SE DE DONDE SALIERON PERO PARECE QUE ESTAN MONTANDO).

Me impresionó mucho la cantidad de ciclistas que se dieron cita en este evento, según nos informaron éramos más de 500 de todas las partes del país, hasta un payaso con su disfraz hizo la ruta junto a nosotros.

Ante la gran concurrencia de ciclistas sentí el temor de que fuera desbordada la organización.

Gracias a Dios los Jurones de Mao podrían dar cátedras de cómo realizar un evento sin fallos, todo estaba organizado para cuando llegamos, hubo una fase de pre-inscripción que todos sin distinción debimos completar, lo que ayudó a que todo transcurriera ágilmente.

10:30 A.M. Tras unas palabras de los organizadores, salimos en procesión por las calles de Mao, salimos a la carretera y tomamos un camino junto a un canal de riego para el inicio de la ruta.

Sobre la ruta no tengo mas que elogios, es increíblemente divertida y equilibrada, digamos que son 53 kilómetros con todo, trillos single tracks, caminos vecinales, descensos técnicos sobre piedras, mas o menos 10 cruces de ríos (todos los cuales se pueden hacer sobre la bici), pequeñas cuestas y muchos descensos.

La parte final de la ruta, más o menos los últimos 20 kilómetros son increíbles, un trillo single track entre árboles y un surco a la derecha, súper rápido, con descensos sobre rocas, pequeñas cuestas, por donde si estás en buena forma y no le temes a lo imprevisto se rueda a mas de 30 K.M./H.

Increíblemente los organizadores nos acompañaron en todo el trayecto, cada cierta cantidad de kilómetros aparecía un punto de abastecimiento donde podías recargar agua, comerte un guineo o entrarle a un pan relleno.


Al cabo de los 53 kilómetros un gran almuerzo como para repetir, jugo, agua, cerveza, tragos de ron, una orquesta y una rifa de una bicicleta.

Felicidades a los Jurones de Mao por este evento sin desperdicios, por esta ruta súper divertida y por acogernos como sus hermanos.

Si un día vas a Mao !No dejes tu bici! Llama a los Jurones y pide que te la muestren, no te vas a arrepentir.