viernes, 15 de octubre de 2010

YO LLEGUE (CRONICA Y FOTOS 3RA. AVENTURA A LAS PIRAMIDES 2010) PRIMERA PARTE

Por: Guido Gil Buonpensiere


FOTOS ENRIQUE

FOTOS RAY (EL AMERICANO)

FOTOS FRANCIS CASTELLANOS

Todo comenzó varios meses atrás, Ray (El Americano) con la urgencia que lo caracteriza nos sugería a La Dama, Milciades y a un servidor que debíamos iniciar las gestiones para que el evento de este año fuera un éxito.

Miles de cartas, diligencias y llamadas telefónicas que trajeron como fruto el apoyo por parte de Grupo Corripio (GATORADE), NESTLE (SUPLIGEN), Alta Copa (CICLON), Agua Atlanta, Cervecería Nacional Dominicana (MALTA MORENA/VITA MALT), Star Bus, Intercontinental de Negocios (TOALLAS HUMEDAS TENA), Molinos Modernos (GALLETAS HATUEY), Grupo CCN, ADESA (APOYO LOGISTICO), BRUGAL & CO y un sinnúmero de voluntarios que se unieron a nosotros en esta aventura, a los cuales les expresamos nuestro más sincero agradecimiento.

Es cómico como a veces el destino nos opera malas jugadas pues resulta que toda la semana anterior al paseo, ya cuando todo estaba listo, la compra hecha, el transporte pagado y los engranajes funcionando, los servicios de meteorología de todo el mundo (INTERNET INCLUIDO) anunciaban tormenta en San José de Ocoa para ese fin de Semana.

No niego que hasta yo, un optimista impenitente sentí miedo al ver los pronósticos. Por facebook y Twitter Miguel González y otros se pasaron la semana completa recordándonos el agua que se avecinaba.

Era imposible dar marcha atrás, tras una reunión con Ray, decidimos no posponer el evento aduciendo que el MTB no lo para el agua y que el miedo es libre.

Llegó el viernes, mucha gente acudió en masa a la guarida de LOS TRAZA BOSQUES para recoger sus kits y formalizar su inscripción. Tras este proceso nos dimos cuenta de que el evento (si no llovía) sería todo un éxito ya que asistirían 200 personas aproximadamente.

Sábado 9 de octubre, 4:30 A.M. pese a no haber conciliado el sueño abordaba el carro con destino al punto de encuentro. En el camino miro al cielo y me doy cuenta de que todo estaba nublado, UFFF, esa ruta con lluvia no es nada divertida.

A pesar de mi ateismo vísceral elevé una plegaria al más alto para ver si la pegaba y la lluvia anunciada dejaba de caer.  Una de dos: o a Dios le gusta que nosotros los que no creemos mucho recurramos a El en busca de auxilio o es Trazabosque pues a pesar de los pronósticos de mal tiempo, el clima estuvo inmejorable.

Llegamos a San José de Ocoa y comenzamos a prepararnos. De repente la calle estaba poblada de ciclistas, éramos mas de 100, Deliveries, Terranautas, Pedalboys, Pedaleo, Cimoc, Insaciables, Goonies, Trazabosques, escoltados por un grupo de 5 bellezas provenientes del Club Manatí de Puerto Plata salíamos rumbo a nuestro destino con la gloria.













46.4 Kilómetros de escalada con un ascenso de 2600 MT sobre el nivel del mar era nuestra meta.

El grupo bastante heterogéneo, desde los pro’s hasta los más novatos nos habíamos dado cita para afrontar esta aventura, la familia MTB haciendo galas de unidad y entusiasmo.

Tras las alegres palabras de Ray (EL AMERICANO) se dictó la salida oficial. Por delante nos esperaban pinches, bicis dañadas, pajas, calambres y la gloria.



Comenzamos a escalar y todo parecía bien, en lo que a mi respecta y eso que no me he perdido ninguno de los eventos clásicos que se realizan en este país, nunca había visto un grupo más entusiasta y decidido a gozar sufriendo.



Los pro’s como siempre se fueron adelante, supe al llegar que Danny lo hizo en 3h30m lo cual es un record si contamos que ese camaján salió desde Santo Domingo sobre su bici antes de las 4:00 A.M.

Mi tránsito lo realicé con los del medio, de cuando en cuando me tropezaba con los Goonies, quienes en esta aventura estaban personificando fielmente al extinto equipo Toyota Fórmula Uno: cada 2 ó 3 kilómetros rompían algo; que si el descarrilador, que si un pinche, que si una cadena, era increíble, gracias a Dios ellos llevaron al Chómpiras en su equipo de apoyo, quien se encargaba de los contratiempos mecánicos in-situ.


Por ahí vi mucha gente acalambrada y caminando.Los niños salieron como cohetes en la salida e hicieron la primera mitad del trayecto como si no existiera un después, parece que se les olvidó o no les informaron que después de la Horma es que la cosa se pone buena.

Puse un ritmo bueno e iba haciendo un magnífico tiempo, según reportes que me llegaban de cuando en cuando daban cuenta de que Miguel Angel Restituyo con quien tenía una apuesta, estaba a muchos kilómetros atrás.


La felicidad se duplicó al ver como en el puente que está antes de la Horma daba caza a Víctor Chalas, con quien hace meses tenía un asunto pendiente.

Durante el segundo ascenso pude notar como la solidaridad se hacía presente, no faltó agua o comida, todo era de todos y estábamos gozando sufriendo.






Como estaba medio nublado, el sol no nos castigó como esperábamos, lo cual hizo que el tránsito por esa montaña fuera menos doloroso.

Faltando 8 ó 9 kilómetros sucedió lo más temido: como trueno me atacó un calambre en mi pierna derecha, rápido me tiré de la bici y me metí en un almacen de papas que encontré en el camino. Allí por espacio de 30 minutos me tomé todos los líquidos que portaba en mi camelbak y un Doloneurobión que Joanny (La Dama de Aluminio) me obsequió al pasar.



Allí duré al menos media hora, fue cuando tristemente divisé a mi contrincante Miguelito que con buen paso se acercaba para luego dejarme atrás.

Sólo atiné a reírme. El maldito se había salvado por un calambre. No niego que verlo pasar resultó ser un alivio pues ya no tendría la presión de llegar antes que el.

Calmado el dolor, retomé mi camino. Al llegar a la Nuez quedé impresionado con el paisaje que allí se presentaba, las montanas rodeadas por nubes, aquel azul puro mezclado con los colores de la vegetación, parecía una escena sacada de una postal suiza.


Allí me detuve y aproveché para asaltar una pasta con tuna y maíz que Nelly me brindaba para apaciguar el hambre que 39 y casi 2000 metros te aplican.

Tras la pasta mi amigo Mr. Chalas llegó, tenía una cara peor que la mía, nunca lo había visto tan agotado, el peso y la cuesta estaban pasando factura.

Juntos retomamos el camino, frente a nosotros el famoso repecho de Sanabia, platico chiquito y primera, en una miro atrás y en el fondo veo a Víctor mientras bicicleta en mano subía la cuesta, solo atiné a gritar “FINAAAAAAL” jajajajajaja, después de esta tendría que aceptar que soy su papá.

El parque de Valle Nuevo tiene una particularidad única, en su puerta hay un gran letrero que dice “BIENVENIDOS A VALLE NUEVO” el cual cuando andas sobre una bici y estás cansando te hace pensar que llegaste, que estás cerca y que el sufrimiento está por terminar.


Nada mas alejado de la realidad, para los que no lo saben, desde la puerta del parque hasta la PIRAMIDE, hay casi 7 kilómetros y un ascenso de 640Mt sobre el nivel del mar, todo sobre un terreno irregular, lo cual hace que esta parte del trayecto por si sola sea todo un reto.

Por ahí desistí de mi plato del medio y recurrí a mi viejo amigo el plato chiquito. Recuerden que venía con un calambre y no quería morir en el intento.

Todo el que ví en ese tramo hacía la misma pregunta: "¿Falta Mucho?" La cual tiene respuestas relativas, pues si lo medimos en términos de distancia ya estás cerca, no siendo así si lo miramos desde el punto de vista de la dificultad.

Este año le bajé 3 horas a mi tiempo del año anterior, por lo que me sentí feliz.


Debo felicitar a Miguel Ángel, quien a pesar de haber quedado atrás por espacio de alredor de 5 horas, pudo pasarme y llegar a la Pirámide 20 minutos antes que yo, FELICIDADES… El año que viene nos volveremos a ver.



También debo felicitar a Carlos Restituyo quien llegó con los de adelante alrededor de 2 horas antes que su hermano ¿Albondiga que fue lo que te metiste? ¿Comiste filete de Contador?



Fue notable la participación de las chicas Manatí todas terminaron el recorrido, especialmente Michelle y Tania quienes arribaron en buen tiempo, mucho antes que muchos hombres.




CONTINUARA…