martes, 5 de abril de 2011

VIVENCIAS DE LA AVENTURA A FINCA EXPERIMENTAL FUNDACION PROGRESSIO





Fue un engaño de lo más simpático y divertido experimentar hasta tener un final feliz. Les relato que pasé por varias etapas de adaptación mental, física, y espiritual. Mental porque me dispuse personalmente a romper esquemas por los 50 kms a recorrer en bici.  Que engaño! Comenzó la aventura con un rico y delicioso chocolate caliente acompañado de galleticas desde las 7:30 am en un domingo 3 de abril 2011.  



Nos montamos y seguimos en filita india. En el medio del camino con piedras, arena, caliza, gravillitas, se interponían vacas, motores, transeúntes, en los que Radamés, del grupo organizador nada más me decía “no te preocupes que yo le digo con señas o le voceo que se quite”, “sigue tu ritmo, que vas bien” y “consigue el trillo en el que más te sientas cómoda”. Quien te motiva así, y trata de esta forma, quiero seguir participando en más actividades.  El grupo es unido. 



El americano, quién lo sube to´, es una chulería, de espíritu alegre. Dios me lo bendiga.  Es un placer conocerle y de conocer las personas que forman parte de su equipo. El gran Teuddy, Jorge (el de los hamburger de goma ancha), a Fausto y a Manolo (el élite) se estacionaban en sitios estratégicos para tirar fotos y de asegurarse de que cada uno incluyéndome a mi estuviéramos bien. Si me faltaba agua, podía respirar bien, si estaba cansada y podía continuar o si se nos pinchaba una goma venían al rescate. Contaba además de un soporte vehicular de los trazabosques y el de las familias que se nos integró con sus transportes. 



Me sentía segura si me quedaba atrás; pero también iba delante de otros. Esto no es una competencia. Es un compartir, de disfrutar la naturaleza, árboles, moverse entre las piedras, animales, río.  Estaba concentrada en el camino pero miraba el millero para ver cuantos kilómetros había alcanzado.  Ya estaba por encima de los 50.  Todo fue un engaño.  Eran 61. Fueron unos kilómetros divertidos y gozados entre bajadas, rectas y subidas.
En la travesía, hacíamos paradas para abastecernos de lo que necesitáramos. En una nos bañamos en un río en donde casi pierdo mi celular al ver el agua fresca bajo el ardiente sol que había.  Me di cuenta y me asistieron hasta en eso. Mi aparato sobrevivió. 



Faltaban 15 kms. en la que el Americano exclamó: “Ahora es que queda, prepárense americanos”. Me dije yo misma ahora es que la cosa se pone buena e interesante. Efectivamente fue así.  Asombrada de las lomas que veía desde lejos, respiraba profundo y contaba con mi disposición mental, física y de mi guía en ese momento. Expresiones como vamos, mantén el ritmo, puedes, motivante de los organizadores. Este deporte lo podemos hacer mujeres.  Estoy aquí sentada en una bicicleta de montaña.  Los hombres son caballerosos y te tratan como el pétalo de una flor.  Esto no quiere decir que no vayas a cargar la bicicleta. Al llegar estaba más que satisfecha de lo que logré.  Esto se gana ganando y si uno se queda el otro le da la mano.



En esta aventura aprendí a administrar mi energía con mis teachers Radamés y el Americano Ray.  También, a mantener una cadencia y fuerza sostenidas dependiendo del terreno. Definitivamente esto es ciencia del MTB. Hubo momentos que iba a tirar la toalla en medio de unas lomas en el plato del medio. Otras en el plato chiquito, of course. Unas cortas y otras más prologadas y empinadas. Ohh ohh Dios I did it cuando llegué a la entrada de la Finca. Esta es una prueba superada. Compartimos, charlamos de cómo nos fue.  Luego, el Sr. Emilio nos dio una charla sobre la Fundación. Entre estas, nos paseamos por sus plantaciones físicas.  


Al final, nos trasladamos cada quien para su casa, menos un grupo. Nos fuimos a donde el primaso, en donde el Americano y yo inauguramos el baile con bachatica y perico ripiao. No solo el Americano lo sube to´, también tira sus pasitos. Lo demostró en la pista del colmado.  Fue tan chulo que me quedaron fuerzas, power!
Esta experiencia queda marcada en mis recuerdos del presente, del hoy y siempre, por contar con personas que se ocupan de ti, se alegran por verte desarrollar en lo que amas. MTB. Es un deporte que demanda mucho. Satisface sentir el aire, ver la naturaleza, el paisaje, los montes, caminos vecinales. Es algo incomparable y único.  Aprendí que la diferencia está en mi misma, no en otros. Descubro que cada día doy más de mí. Estoy esperando ya el otro evento y formar parte de ello.

Yira Gonzáles Alemany

Más fotos de la Aventura: