
Hay una especie de ciclistas a los que solo nos gustan las Lomas.
Disfrutamos los llanos, los trillos,l as bajadas, pero las lomas son especiales, será porque a más de mil metros de altura, con menos oxígeno, la mente experimenta sensaciones incomparables, los músculos al borde del colapso, el mareo alucinante y el enorme placer de tocar las nubes.
Aquí un recuento gráfico de nuestras principales lomitas.
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